El ser humano busca constantemente protección. Desde que somos pequeños y debido a nuestras creencias y patrones más inconscientes, buscamos protección. En nuestros padres, hermanos, amigos, familiares de referencia, profesores del cole y demás, y este es el comienzo de una vida dependiente. No nos podemos juzgar por ello ya que esto no lo hemos empezado nosotros, lo traemos por serie y por repetición de una forma inconsciente, pero dado la magnitud de los acontecimientos que vivimos y de los que nos quedan por vivir, es obvio que desprenderse de esa creencia innata y obsoleta es una gran opción personal y un gran paso para la humanidad.
No existe hoy en día nada ni nadie que pueda protegernos de nosotros mismos, que somos el único enemigo que tenemos, solo puede protegerse el que sabe quién es, y no necesita nada externo. Protegerse es cuidar de nuestros pensamientos, mantener a nuestro ego en su sitio y volcarse en la unidad en lugar de separarnos. Echarle la culpa al otro, es el juego al que el ego nos invita constantemente a jugar, y cómo a hacernos responsables nadie nos enseñó, entramos en su juego día tras día y de ahí la necesidad de protección.
La protección no es más que aumentar nuestra frecuencia vibratoria, a mayor frecuencia menor protección necesitamos, porque no son los otros, somos siempre nosotros mismos, no podemos olvidar ni por un instante que lo llega hasta nosotros no es más que lo que vibra en nuestra misma frecuencia vibratoria, ni más ni menos. Si utilizamos nuestra mente para elegir pensamientos de muy baja frecuencia, eso es lo que atraeremos, y esto no es suerte y mucho menos un castigo de Dios, es el fenómeno de la resonancia.
Si os interesa este tema os dejo un enlace donde podéis ver en qué consiste el efecto diapasón https://www.youtube.com/watch?v=BYcnKX7giFo&t=39s
Todo lo que está en nuestra vida no es más que la materialización de la energía en la que vibramos, puedes hacer un fácil ejercicio para descubrir de donde procede lo que te rodea:
- Pára por un momento en un lugar tranquilo.
- Respira llevando el aire a tu abdomen, mantente en calma y quietud.
- Mentalmente haz un repaso de tu día a día y observa los pensamientos que has tenido.
- Determina si han sido de alta frecuencia (amor, compasión, empatía, unión…) o si por el contrario han sido de baja frecuencia (miedo, vergüenza, ira, rabia, juicio…)
- Enlaza cómo ha ido tu día, con los pensamientos que has tenido.
Pero te estarás preguntando cual es la clave para elegir pensamientos que nos ayuden a atraer las cosas que queremos en lugar de las que no queremos, hay una clave si, autoconocimiento.
Pon atención a tus pensamientos cada día, obsérvalos, distingue su frecuencia, atiende a cómo te hacen sentir, los pensamientos que piensas no son tuyos exclusivamente, están ahí en el campo, lo único que haces es elegirlos y los eliges en base a tus creencias y patrones inconscientes que tienen la misma frecuencia vibratoria que esos pensamientos que terminas quedándote. Por todo esto es tan importante el autoconocimiento, que no es otra cosa que la atención y observación de nosotros mismos en cada momento presente, y pongo mucho énfasis y fuerza a la palabra presente porque no hay ni existe nada más que éste momento. Constantemente nos volvemos a un tiempo que ya ha pasado y que por ende vuelve a construir el mismo presente, porque volvemos a elegir pensamientos asociados a aquello que nos pasó o aquello que nos produjo dolor, pero seguimos eligiendo, el pasado no existe, cada instante y cada momento presente es un nuevo comienzo, puedes empezar cuantas veces quieras, puedes elegir nuevos pensamientos cada segundo de tu vida, ¿no es esto pura abundancia?.
No necesitamos protegernos, necesitamos descubrir quienes somos.